1. Una gastronomia post-pandemia:
La gastronomía en Santiago de Chile refleja de manera notable la sociedad chilena actual. Tras los períodos de restricciones debido a la pandemia de COVID-19, se esperaba un regreso a las salidas a bares, pubs y restaurantes. Sin embargo, este retorno a la “presencialidad” no se tradujo en un aumento significativo de las visitas a restaurantes. Resulta curioso que, después de dos años de confinamiento, no hayamos retomado con normalidad lo que antes disfrutábamos.
2. Los factores negativos:
Dos factores influyen en esta anomalía.
En primer lugar, el fuerte temor a la delincuencia ha llevado a los habitantes de Santiago a modificar sus hábitos para evitar exponerse a situaciones peligrosas durante las salidas nocturnas. La sensación de inseguridad se ha incrementado debido a una ola de hechos violentos, como homicidios, robos y asaltos, que antes no eran comunes en Chile.
En segundo lugar, la fuerte alza de precios ha impactado significativamente la frecuencia con la que los santiaguinos visitan restaurantes. La inflación de dos dígitos ha obligado a muchos establecimientos gastronómicos a ajustar sus precios al alza, lo que ha reducido el poder adquisitivo de los consumidores. Ante esta situación, los habitantes de la capital han buscado alternativas más económicas, optando cada vez más por pedir alimentos a domicilio. La comodidad y la variedad de opciones que ofrecen las plataformas de delivery han contribuido a este cambio en los hábitos de consumo. De hecho, el servicio de comida a domicilio experimentó un crecimiento exponencial durante el año 2023, alcanzando un aumento del 12,1% en comparación con el año anterior. Esta tendencia refleja la adaptación de los consumidores a un nuevo escenario económico, donde priorizan la relación costo-beneficio al momento de elegir dónde y cómo alimentarse.
3. Tendencias globales (y chilenas):
Los hábitos alimenticios de los chilenos están cambiando al ritmo de las tendencias globales. La búsqueda de opciones veganas, saludables y sostenibles ha impulsado un creciente interés por la alimentación a base de plantas. Los productos veganos se encuentran hoy en día en todos los supermercados, tiendas gourmet, pero también en los almacenes de barrio. Según una encuesta de IPSOS, casi la mitad de los chilenos redujo su consumo de carne en 2023.
Paralelamente, los sabores intensos y picantes están conquistando los paladares chilenos. Ingredientes como ajíes y ajos vuelven a ser protagonistas en la cocina local, siguiendo una tendencia mundial influenciada por la popularidad de la comida mexicana. De alguna forma, podemos afirmar que la alimentación en Chile se caracteriza por una mayor diversidad y una búsqueda de experiencias culinarias más audaces.
En resumen, la gastronomía en Santiago está experimentando cambios notables. Aunque las salidas a restaurantes no han vuelto con la fuerza esperada (y probablemente no lo haga por un largo tiempo más) el aumento en el servicio de comida a domicilio y la preferencia por opciones veganas y sabores intensos son claros indicadores de las tendencias actuales. Los santiaguinos continúan adaptándose a las circunstancias y explorando nuevas formas de disfrutar la comida en una ciudad en constante evolución.